Cambiando nuestro patrón del dinero II

En el artículo anterior (clic aquí para verlo) analizamos algunos factores claves para comenzar a modificar nuestro patrón del dinero.

Hoy hablaremos de la importancia de la actitud con los demás a la hora de modificar nuestros pensamientos negativos en torno al dinero y la libertad financiera.

Usualmente vemos a las personas exitosas pasearse por la vida con una sonrisa en la cara y a los fracasados con una actitud amargada y seria frente a los éxitos de los demás y frente a la vida misma.

¿Qué pensarías si te dijera que esas actitudes, contrario a ser el resultado de sus vidas son en realidad las causas de esos resultados?

Una actitud positiva frente a éxitos propios y ajenos es el primer gran paso que debes dar si quieres comenzar a cosechar éxito en tu vida. No es suficiente con liberarte de prejuicios, con tomar acción para alcanzar tu éxito personal y financiero. Debes tener presente que “todo aquello en lo que te concentras se expande”.

Es decir, en lugar de ver con envidia los logros alcanzados por los demás los comiences a disfrutar como propios.

 Visualízalos para ti, alégrate por la personas que ya lo lograron y aprécialos, porque ellos están siendo un modelo para que tu rompas el patrón mental que te han implantado desde chico y logres triunfar en el campo financiero.

Una vez que hayas logrado desprenderte de esos pequeños restos de envidia, comenzaras a crecer y ese crecimiento se traducirá en más riqueza y abundancia.

Te explicaré el porqué.

Cuando hablamos de abundancia, los seres humanos somos unos recipientes. De tal forma que si somos un recipiente grande tendremos capacidad de recibir más abundancia que si somos un recipiente pequeño o incluso si somos un recipiente pequeño y cerrado, como miles de personas en el mundo.

Crecemos cuando somos capaces de ver a los otros sin envidia, crecemos cuando somos capaces de emanar energía positiva para todos aquellos que nos rodea. Pero hay algo muy importante que no he nombrado aun, y es que crecemos cuando nos damos cuenta que efectivamente somos más grandes que nuestros problemas.

Las personas exitosas y que han alcanzado la libertad financiera, no se limitan pensando en sus problemas. No se quejan (como lo decíamos en nuestro artículo anterior) simplemente porque saben que son más grandes que sus problemas.

Quiero hacer énfasis en algo. No se trata de que pasemos la vida huyendo de los problemas, se trata de saber que somos gigantes en frente de ellos. De asumir nuestra responsabilidad para resolverlos y de fomentar nuestra capacidad mental para salir adelante.

Todos esos aspectos son la clave de tu crecimiento.

Por último pero no menos importante, debemos pasar a la acción.

Una vez que hayas vencido tus temores, que ames a los otros, que te comportes como las personas a las que admiras por su éxito, debes tomar acción para conseguir tus objetivos.

Trabaja cada día por lograrlos, por alcanzar la meta que te propusiste y siempre mira mas allá. Debes actuar a pesar de incomodidades, de miedos, no debes dejar que nada te detenga.

El activo más importante que puedes tener en la búsqueda de tu éxito financiero es el control de tu mente y tus pensamientos. Entrenar y dirigir la propia mente es la habilidad más relevante que vas a desarrollar en tu vida. Te dará control real sobre todas las situaciones de tu vida.

Te sugiero que tomes papel y lápiz y realices una tabla.

En esa tabla vas a registrar, cual es el personaje que más admiras con relación al éxito financiero, cuál es tu meta de dinero a alcanzar, y a través de que medio vas a lograrla.

Mientras lo realizas, es seguro que aparecerán en tu mente los miedos relacionados con tu meta y los medios para alcanzarla. Los vas a registrar también y vas a analizar el porqué esos miedos son infundados.

Este es el paso inicial a un plan para alcanzar la riqueza que desarrollaremos dentro de unos días.

Para terminar quiero que tengas presente esta frase:

“el 99.9% de las cosas difíciles son más fáciles de lo que creemos”

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Éxitos en tu proyecto de libertad financiera.

Hasta pronto.